«Los jóvenes padecen la violencia más de lo que la ejercen»


Por Juan Federico

El sociólogo francés Pierre Bourdieu postulaba que los ciudadanos no llevaban a cabo «actos gratuitos», en el sentido de que los actos no son arbitrarios, insensatos, absurdos, ante las cuales la ciencia social nada tiene que decir. Insistía con que detrás de cualquier acción, por más irracional que pareciera, había un patrón cultural que era necesario develar para encontrar un sentido a los comportamientos.

El antropólogo social mejicano Alfredo Nateras Domínguez, especializado en los diferentes movimientos juveniles de esta parte del mundo, intenta llevar a la práctica aquel postulado. Entre otras aristas, se interesa en reflexionar sobre la violencia, pero buceando en sus causas para no quedarse sólo en su manifestación más visible.

Para ello, por ejemplo, convivió durante tres meses entre los miembros de la «Mara Salvatrucha», la pandilla de jóvenes marginales que tiene varias ramificaciones en Centroamérica y Estados Unidos, y que se distinguen, entre otros aspectos, por tatuarse los rostros. 

El antropólogo mejicano estuvo de visita en Córdoba invitado por la secretaría de Coordinación en Prevención y Asistencia a las Adicciones de Córdoba -disertó en un curso del programa «Primera Respuesta”-. En un extenso diálogo, Nateras Domínguez se explayó sobre porqué cada vez son más los jóvenes latinoamericanos que ven con cierta simpatía a las organizaciones criminales.

-Muchas veces en materia discursiva -en especial desde algunos medios- parece que la violencia de los jóvenes se trata de algo biológico, innato, pero son pocos los abordajes sobre sus causas reales…

-Ciertamente se presenta como un discurso «biologista» que naturaliza, en todo caso, determinado tipo de prácticas sociales y también expresiones culturales de una parte de los jóvenes contemporáneos. A partir de ahí la pregunta es: ¿los jóvenes son violentos por su calidad de jóvenes? Yo diría que no. Los jóvenes viven en mundos violentos y a partir de ahí algunos agrupamientos de jóvenes sí ejercen la violencia, aunque en la actualidad la padecen más de la que la ejercen. Pongo ejemplos concretísimos: el enemigo público número uno de la mayoría de los adolescentes en América latina son los cuerpos de seguridad del estados, policiales, que los detiene por la «portación de rostro», por la estética, la facha, por vivir en zonas humildes. Y el enemigo privado número uno son sus familias: en Latinoamérica los datos son clarísimos, cuatro de cada 10 jóvenes han observado desde niños episodios de violencia y de ellos, seis de cada 10 la han padecido. Han aprendido en su ambiente que los conflictos y las tensiones se resuelven a través de la violencia. Por eso la reproducen ahora. La violencia es aprehendida. Si no, ¿por qué algunos jóvenes no son violentos?

-Pero no se trata de un fenómeno que sólo afecta a los sectores bajos.

 -No se reduce a un estrato o condición social específica, sino que permea a toda la sociedad. Aunque su impacto es mayor en aquellos sectores más vulnerables -en los que hay menores defensas-, como sucede también con el tema de las drogas. Lo interesante es que el gran problema del uso y consumo social de drogas que llevan a cabo determinados grupos de jóvenes es el alcohol. En América latina la primera causa de muerte de los jóvenes está asociada a los accidentes automovilísticos ligados al alcohol y las fiestas en locales nocturnos. El asunto es por qué hacemos tanta alharaca cuando la droga más potente que está colocando en situaciones de muerte a nuestros jóvenes no es la marihuana ni la cocaína, sino es el alcohol. Cuando un chico usa drogas ilegales, muchas veces se lo criminaliza, se lo trata como un «narco» pero ahí no hay un narcotraficante, un delincuente, sino un sujeto joven usuario.

-Sin embargo, cada vez son más aquellos que son cooptados por las organizaciones criminales.

-El contexto es que la idea del Estado-Nación (en el caso mejicano) cada vez está más debilitado por los ajustes estructurales. Al igual que otros estados latinoamericanos, el estado mejicano ya no está mediando entre el conflicto y la tensión social. Por lo tanto aparecen nuevo actores y sujetos que le disputan la legitimidad al estado, que ya no aparece en su rol benefactor para garantizar los mínimos en educación, salud y trabajo. El nuevo actor más potente que le disputa ese lugar es el crimen organizado. Uno de sus rostros es el narcotráfico, pero también está el tráfico de armas, de personas, de identidades. Entonces, llega el crimen organizado a una región y es un atractivo para los jóvenes más desposeídos en función de que emplearse en el crimen organizado le reditúa un lugar social y un prestigio que el estado y sus instituciones no le dan. Hay grafitis que dicen: «Prefieron morir joven y rico antes que viejo y pobre». El poder del crimen organizado les da un significado en la vida, y no sólo en dinero, sino también en prestigio y en un sentido de pertenencia. En las comunidades ser «narco» es un lugar de respeto.

-El sociólogo Emilio Tenti Fanfani al abordar la problemática de la violencia juvenil postuló que muchas veces, los jóvenes sin grandes perspectivas a futuro, que no estudian ni trabajan, encuentran en las organizaciones criminales un lugar de pertenencia que otras instituciones no le dan…

-Ante el quiebre del sentido de significado de las otrora instituciones más importantes, como la familia o la escuela, hay una suerte de aburrimiento, apatía, desencanto, una especie de melancolía colectiva, en donde el uso de sustancias ilegales le da un sentido. En el caso de la «Mara Salvatrucha», se trata de un grupo de jóvenes de El Salvado y Guatemala que se fueron a Estados Unidos para no ser reclutados por los ejércitos en los ’80. En Estados Unidos fueron donde se reunieron como pandillas, y regresaron en los ’90 cuando fueron deportados, ya configurados como bandas. Yo encontré que la violencia que ellos ejercen va encaminada a un mecanismo en su fantasía o imaginario de que a través del robo o de estar en la vida ilegal pueden acercarse a cierta nivelación social ante los procesos de exclusión al límite en los que están. Entonces, roban o piden «peaje» para poder comprar una remera o zapatillas, la misma ropa que compran los jóvenes de otras clases socioeconómicas.

-Pero las noticias que llegan sobre ellos siempre son en torno a la violencia…

-El FBI dice que las Maras son las nuevas mafias. Yo no encontré eso. ¿Qué está sucediendo? El crimen organizado es tan potente que contrata a los profesionales de la violencia -sicarios, militares retirados, fuerzas especiales, desertores del ejército, ex mercenarios- y entre ellos contrata a miembros de las maras porque cobran 10 veces más barato que los otros. Es decir, que también son los explotados entre los profesionales de la muerte. Pero no es crimen organizado, porque los contratan a nivel individual, no estructural. Además, su nivel de organización no tiene nada que ver con una mafia. No utilizan la palabra «líder», sus decisiones son en rueda, colectivamente. Un miembro de las Maras me dijo que si ellos fueran crimen organizado no vivirían en la miseria.

-Además las Maras no tiene capacidad de corromper las instituciones como hacen los carteles en México, por ejemplo.

-Claro, los carteles mejicanos han penetrado el estado mejicano, lo han agujereado por dentro. La Mara no. No tienen capacidad económica, de fuego y de corrupción que tienen los carteles… Hace unos años llegaron a la conclusión de que consumir determinados tipos de droga los ponía muy «locos» y los dejaba muy vulnerables ante la Policía y las bandas rivales. Por ello, se controla internamente el consumo de drogas, se lo regula. Ningún programa preventivo que conocí tiene tal impacto en la autorregulación (risas). La sanción es muy fuerte, son muy estrictos porque uno que se sobrepasa pone en riesgo a la organización.

-Y los tatuajes, hasta en los rostros, es también una expresión simbólica de pertenencia.

-Es potentísimo, hay una interpelación directa y sin concesión ante el otro, distinto y diferente. Es como construir la mirada para que te miren. Es un marcaje sin retorno.

-También es un pedido de visibilidad para que el resto de la sociedad los registre.

-Sí, esta fuerza iconográfica, te hace mirarlos, ante una sociedad que no los mira. Es un proceso simbólico de inclusión, un mensaje: «Esto somos, incluso como sociedad». Es un signo, además, de una identidad dura, de pertenencia. Y es irreversible.

-Tanto las Maras como las organizaciones criminales mejicanas le dan a los jóvenes un lugar de pertenencia, un medio donde se sienten útiles. Entonces, ¿por qué el estado en lugar de ofrecerles una alternativa a estos jóvenes sólo responde con más balas?

-Felipe Calderón viene de la derecha, y todo indica, por la evidencia que cada vez tenemos, que no ganaron las elecciones sino que cometieron fraude. Veinte días antes de las elecciones, la mayoría de las encuestas daban entre 18 y 20 puntos de ventaja para el otro candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Matemáticamente tuvo que haber pasado un tsunami político para que perdiera. Me parece que Calderón, como una forma de legitimizarse saca al ejército mejicano a la calle y se inventa una guerra contra el narcotráfico y rompe los acuerdos o las reglas no dichas de que hay que ser más o menos tolerantes con el narcotráfico. Parece que el estado mejicano y las instituciones, a través del ejército, empiezan a criminalizar la disidencia social y el malestar colectivo, la protesta callejera, y la tragedia de nosotros -se supone que somos un país democrático pero el ejército patrulla las calles- es que el estado ha institucionalizado la violencia y criminalizado la condición juvenil. En ciudad Juárez cada vez hay más hechos vergonzosos en los que el ejército y las fuerzas policiales asesinan a jóvenes porque los confunden con narcos.

2 Respuestas a “«Los jóvenes padecen la violencia más de lo que la ejercen»

  1. pongan unas pinces graficas

  2. Más que interesante y muy bien explicado o escrito todo lo que dice el artículo en relación a los jóvenes y a lo que les sucede, por eso hoy en día el tema de la bebida es algo que se da en distintos países, leí algo sobre el tema http://jorgeguldenzoph.com/fenomenos-sociales/un-espejo-en-el-cual-mirarnos/ que muestra un poco la situación que se vive en la actualidad, hay más textos sobre otras cuestiones que afectan a la juventud de jorgeguldenzoph.com que son de interés y que está bueno conocer y comprender.

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